Desde su fundación en 1897, la marca estadounidense Filson ha estado produciendo ropa y accesorios para actividades al aire libre, apreciados no solo por hombres bien vestidos, sino también por los pioneros y aventureros de la época. Muchas de las bolsas de la compañía siguen siendo fabricadas en sus propias fábricas en Seattle, Washington, donde se benefician de generaciones de experiencia en la creación de productos de la más alta calidad.

Hacia fines del siglo XIX, en plena fiebre del oro estadounidense, Clinton C. Filson abrió su primera tienda en Seattle, Washington, ofreciendo ropa hecha para ser utilizada. Su ropa fue un rotundo éxito, encontrando favor entre los pioneros de la época. Desde entonces, la impecable reputación de la compañía tanto en calidad como en función ha permanecido inquebrantable.