A mediados del siglo XIX, Pendleton comenzó a tejer sus ahora icónicas mantas, decoradas con intrincados patrones en colores brillantes y motivos inspirados en los nativos americanos y el suroeste de Estados Unidos. Hoy en día, también se producen productos de punto exclusivos en estilo tradicional americano. Pendleton ha sido una empresa familiar por más de 150 años, y en más de 100 de estos, se han tejido telas de lana exclusivas. El tejedor británico Thomas Kay sentó las bases de Pendleton cuando emigró a Oregón en 1863. Su experiencia, así como la tradición de la artesanía americana, vive en todo lo que se produce hoy. El corazón del negocio es Pendleton Woolen Mills, que fue abierto por los nietos de Kay a principios del siglo XX. Hoy, seis generaciones después, Pendleton sigue siendo de propiedad familiar y continúa creando su historia.