Por más de un siglo, Seiko ha sido sinónimo de funcionalidad, creatividad y artesanía meticulosa. En innumerables ocasiones, la marca ha estado detrás de innovaciones que han cambiado fundamentalmente el arte de la relojería, como la introducción del primer reloj de cuarzo del mundo en 1969 y el distintivo "reloj de televisión" destacado en la película de Bond Octopussy de 1982.

La historia de Seiko comienza en 1881, cuando Kintaro Hattori abrió una pequeña tienda de venta y reparación de relojes en el centro de Tokio. Pronto, su experiencia le valió una reputación impecable. En 1892, Hattori estableció su primer negocio de fabricación de relojes bajo el nombre de Seikosha, que luego se acortó simplemente a "Seiko". Al fundarse, la empresa se dedicaba exclusivamente a la fabricación de relojes de pared, pero pronto se diversificó en la producción de relojes de pulsera y relojes de bolsillo.